12 de febrero de 2010

Los finalistas juegan su última baza


Gran ambiente carnavalero en el Gran Teatro, que acogió ayer la final del concurso interprovincial de agrupaciones del Carnaval Colombino. El lleno era absoluto, las entradas estaban agotadas desde hacía diez días. Había expectación por ver a las finalistas jugar su última baza sobre las tablas. Éstas llegaron dispuestas a dar lo mejor de sí para lograr los primeros premios.
Los nervios estaban a flor de piel y la espera después de la actuación se le hizo eterna al conjunto de las agrupaciones, el veredicto del jurado se dio a conocer después de la intervención del último grupo. La fase final del certamen se prolongó hasta altas horas de la madrugada.

Fue la noche más larga de las carnestolendas onubenses, que desde el pasado 22 de enero ha ofrecido quince sesiones de coplas en el Gran Teatro. Los protagonistas de este intenso y competitivo maratón final fueron doce agrupaciones procedentes de las provincias de Sevilla, Cádiz, Córdoba y Huelva, concretamente, seis comparsas, cinco murgas y un cuarteto.

En la modalidad de comparsas: Palabritas, de Sevilla; Los Malaventurados, de Córdoba; Porque digo la verdad, de Punta Umbría; La casa de los espejos, de Bollullos Par del Condado; Las treinta monedas, de Huelva, y Los Pérez de Sevilla. En la categoría de murgas: Un mojón pa mí, Así somos yo (los esquizofrénicos), Vetalengua 112... ¿quién dijo crisis? y Los fachas, de Huelva, y ¡Ojú que cabeza tengo, de San José de la Rinconada (Sevilla). Junto a ellos, el único cuarteto finalista, La alegría de la güerta, de Algeciras (Cádiz).

Antes de empezar el concurso, la Federación Onubense de Peñas y Agrupaciones de Carnaval (Fopac) hizo entrega del pin de oro, que en esta edición recayó en Diego Arenas Pizarro, componente de la comparsa de la peña onubense El Farol, por su trayectoria carnavalera. "Es una persona muy apreciada en el mundo del carnaval. Ha sido murguista, comparsista, fopista... amigo y un enorme carnavalero", señaló el presidente de la gestora, Juan Franco.
Arenas, que agradeció a la Fopac la deferencia, subrayó que el carnaval "es cultura del pueblo", por lo que abogó por la conservación de esta fiesta.
La velada, que comenzó con media hora de retraso, se inició con la comparsa Palabritas, de Sevilla. La agrupación, dirigida por Antonio Manuel Alfaro, obtuvo en la pasada edición del certamen el tercer premio en su modalidad con Los murgas del pentagrama. Con letra y música de Guillermo Caballero, sus componentes dedicaron uno de sus pasodoble a Huelva, "princesa colombina". Asimismo, lamentaron en el segundo pasodoble que, después de un año de su desaparición, los padres de Marta del Castillo no puedan llevar flores a la tumba de su hija, y que la menor "no pueda descansar en paz en un cementerio".
En los cuplés de los guardianes de la palabra, alusiones a la agresión a Berlusconi, en la que le produjeron daños en la cara con una estatuilla, y a la separación de Imanol Arias y Pastora Vega.

La segunda en subir al escenario fue la murga Un mojón pa mí, de Huelva, un grupo de veteranos carnavaleros, bajo la dirección de José Antonio Blanco, que defendió sobre las tablas letras de Horacio Blanco y Manuel Gutiérrez. Los integrantes de la agrupación, que se desviven por sus mascotas, salieron al escenario acompañados por sus inanimados canes. En uno de sus pasodobles resaltaron el papel de las murgas en el Carnaval Colombino, "en Cádiz ha puesto a Huelva en su sitio", indicando que "Huelva merece una final de chirigotas".

Con esta agrupación llegaron las primeras risas al Gran Teatro, un tipo gracioso al que sabe sacar mucho partido con los juegos malabares de Boby.

La murga, que debutó como tal en la presente edición del concurso, realizó un homenaje a Punta Umbría en su segundo pasodoble, "en estas tablas, cuando canta Punta Umbría suena Huelva en carnaval".

A continuación, actuó la comparsa Los malaventurados, de Córdoba, primer premio en 2009 con Los del más pallá. La agrupación de Rafael Aranda destacó en uno de sus pasodobles los lazos de unión entre la capital onubense y la cordobesa. Afirmó que en el concurso del Carnaval Colombino les han hecho sentir "un onubense más".

Tras la agrupación cordobesa le tocó el turno a la murga ¡Ojú que cabeza tengo!, de San José de la Rinconada (Sevilla). El grupo de Ernesto Urmenete, volvió a hacer disfrutar al público con su original despiste.

Éste fue el comienzo de una larga sesión carnavalera, con más de siete horas de coplas.


H.I.

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