3 de febrero de 2012

El veneno del Carnaval de Isla Cristina entra en el Gran Teatro

E irán a más. La comparsa de Fran Sosa dio todo un recital de compás, afinación y musicalidad en una actuación que no llegó a ser sublime en la capital por el excesivo personalismo y localismo de sus letras de presentación y popurrí. ‘Jhony el serpiente’, Isla Cristina, se postula como una de las favoritas. Fue lo más destacado de una noche en la que apareció el único cuarteto del concurso, ‘La herencia’, que dejó una discreta actuación. El punto sensible de la noche lo pusó la comparsa ‘Los malos’, de Valverde del Camino, especialmente con un muy bien llevado pasodoble dedicado a los pequeños Ruth y José con sus dos camas vacías. Desde Ayamonte, la chirigota ‘Los arrepentíos’ defendió un tipo al que no sacaron provecho, sólo salvado por el compás chirigotero de sus pasodobles. Por su parte, Enrique Orta con ‘El tonto del bote’ volvió a dar una lección de verso directo, y la noche, excesivamente larga, se cerró con una buena chirigota de Alcalá de Guadaíra, ‘Festival Benéfico Los Flamencos de Doñana’.

Jhony el serpiente
El regreso a las tablas onubenses de esta agrupación isleña estuvo marcado por la fuerza de un conjunto cargado de matices vocales, giros musicales llenos de ritmo y un montaje espectacular. Si no llegaron del todo al corazón del aficionado fue por el excesivo localismo de sus letras de presentación y popurrí.

Los arrepentíos
Con el tipo representan a un grupo de hombres que decidieron quitarse el pene y ahora lo echan mucho de menos. La interpretación, regular, las voces, planas, y sólo el soniquete carnavalero de sus pasodobles salvan a una chirigota que posiblemente se queden en esta fase.

El tonto del bote
Voces compactas en un grupo que lució un tipo cargado de símbolo y fantasía carnavalera. Verso directo y sin tapujos en su ronda de pasobles, en los cuplés el estribillo refrenda una temática ‘normalita’ y en el popurrí, buena condensación de energía para llegar con fuerza al final. Aspirante.




La herencia
La valentía de defender esta modalidad no bastó para convencer al público asistente. Bien afinados, la representación no llegó a su máximo nivel, aunque la experiencia de estos cuarteteros onubenses hace pensar que en la próxima ronda la interpretación ganará enteros.

Los flamencos de Doñana
La sencillez, la mejor virtud de una agrupación que le supieron sacar mucho provecho a su tipo flamenco. Repertorio muy adaptado a la idea interpretativa y defendido por un compacto juego de voces. El cuplé de los estribillos, muy bueno, y el rtimo del popurrí hizo que se llevaran una gran ovación.

Los malos
A juzgar por el verso de sus pasodobles, bellos y sensibles (uno dedicado al Niño Miguel y otro a Ruth y José), no queda claro si esta agrupación es un lobo con piel de cordero o un cordero con piel de lobo. Actuación muy bien llevada de principio a fin. De malos, sólo tienen el nombre.




Viva Huelva

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