22 de febrero de 2011

Otra sesión más, y ya van nueve, con una escasa colección de risas


Preocupante el nivel global que en la presente edición están ofreciendo las agrupaciones del concurso del Carnaval Colombino. De las 51 que ya han pisado las tablas, apenas 10 han logrado poner ante los ojos de los aficionados algo que realmente valga la pena y cumpla con el carácter artístico, musical y poético que el carnaval de teatro ha de tener para que no se desvirtúe más de la cuenta. Pero no hay más cera que la que arde. En la sesión de este domingo, la novena de preliminares, ‘Enemigos íntimos’, chirigota puntaumbrieña tan divertida como previsible; ‘Los dulces’, comparsa de Valverde del Camino, por momentos, empalagosa; ‘De cantar hasta los juegos’, chirigota de Sevilla, gracias por venir; ‘La pandilla del gallinero’, comparsa de Huelva, dejó, por momentos, buenos momentos vocales de interpretación; ‘Servalamari’, sin comentarios; y la noche se cerró con la grandiosa afinación de ‘El coleccionista de risas’, no acompañada por el resto de la representación.

El coleccionista de risas, comparsa de Huelva
Bello tipo de fantasía de unos cazadores de risas cargados de afinación y con buena intención en las letras. Voces muy bien conjuntadas en una actuación con pasodobles excesivamente lentos para la alegría del tipo, cuplés normalitos, y popurrí bien defendido por un grupo que cumplió, sin más.

De cantar hasta los juegos, chirigota de Sevilla
Buenas intenciones de un grupo muy limitado en el montaje de voces. Presentación adaptada al tipo, al igual que la letra de los pasodobles, con cuplés que ni fú ni fá, y un popurrí divertido, por momentos. Aplausos del respetable para agradecer la presencia en Huelva de este grupo sevillano.

Servalamari, chirigota de Alcalá de Guadaíra
Simpático tipo de un grupo que, suponemos, sólo aspira a echar un buen rato allá por donde actúen. Voces planas y excesivamente graves, chistes fáciles, y puesta en escena que no enganchó al público presente. Popurrí aburrido por momentos. Aplausos para agradecer su presencia.

La pandilla del gallinero, comparsa de Huelva
Rebeldía, descaro, desafío y compás. Otro golpe en la mesa de las voces femeninas en el carnaval, esta vez a cargo de un grupo que supo llegar arriba para reivindicar el papel de la juventud en estas fiestas. Notable actuación, en la que sobró la segunda letra de pasodoble, polémica sin sentido.

Enemigos íntimos
Mitad guardia civiles mitad gitanos mangantes, la chirigota puntaumbrieña dejó, por momentos, puntos divertidos aunque algo previsibles. Aceptable montaje de voces, pasodobles de tono clásico, cuplés con un pegadizo estribillo, y un popurrí dinámico y repleto de pamplinas chirigoteras. Pueden aspirar a semifinalistas.

Los dulces, comparsa de Valverde del Camino
El Gran Teatro se llenó del aroma de una agrupación que supo utilizar su tipo de pasteleros en todo momento para hacer buenas metáforas con sus letras, aunque, por momentos, tanto dulce llegó a resultar un poco empalagoso. Pasodobles buenos, cuplés con mucha chispa y popurrí aceptable.


Viva Huelva por Joaquín Cabanillas S.

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