22 de enero de 2012

Marta López y Nayma Hernández, elegidas choqueras mayor e infantil.







20.12 h. El Gran Teatro acogió los actos de elección de choqueras y el pregón del Carnaval Colombino 2012, en una noche con una gran ambiente. Jesuli Perojil pronunció un magnífico pregón plagado de detalles, recuerdos, vivencias, apuntes y por supuesto, coplas de carnaval.











Pocas veces en el Gran Teatro se ha vivido un ambiente por carnavales como el que hemos tenido este sábado en los actos de elección de choqueras y el pregón del Carnaval Colombino.Desde la tamborrada inicial hasta el discurso final del alcalde, Pedro Rodríguez, las emociones en la noche se fueron sucediendo una tras otra, pasando por el magnífico pregón de Jesuli Perojil, siguiendo por la imposición de la insignia de oro del Carnaval Colombino y finalizando con la coronación de las choqueras mayor e infantil.La gala fue conducida por el experto presentador curtido en mil batallas, Pepe Santana, y un bisoño, pero a la vez locuaz, Kiko Salas.
La puesta en escena, un gran circo donde los payasos predominaban y las actuaciones se iban sucediendo: grupos de baile (Peña 'Nuevo Mundo' y 'Mambo King'), malabaristas (payaso 'Chim Pum') y coreografías de las propias damas candidatas a choqueras pusieron una nota de espectáculo y color a la carpa ficticia en la que se había convertido el escenario del Gran Teatro. Después llegó el descanso.Fue justo en la reanudación cuando tuvo lugar el pregón del carnaval. De telonero, Federico Pérez, que presentó con sobriedad y elegancia las virtudes del pregonero, destacando su amor por el carnaval y su fervor a Huelva, para dar paso a Jesús Perojil, sin más preámbulos.






El pregón, sencillamente espectacular, propio de el más íntimo y genuino Jesuli, plagado de detalles, recuerdos, vivencias, apuntes y por supuesto, coplas de carnaval. Destacar los versos dedicados a su padre fallecido y el pasodoble cantado a su mujer, motor de su vida, según sus propias palabras. "Hoy no entrego mi pregón, te estoy entregando mi vida"; "la misma casa donde lloré despierto y soñé dormido"; "sin mi grupo me siento frágil"; "uno es carnavalero para siempre" y un sinfín de coletillas al más estilo Jesuli crearon un ambiente mágico, contagiando al público asistente de una emoción incontenida.





Un pregón inolvidable en una noche especial para todos.





El siguiente personaje del carnaval en ser homenajeado fue Manuel Fernández, verdadero artífice de todo el espectáculo acontecido en el Gran Teatro y carnavalero incansable en todas sus facetas. No en vano, ha sido pregonero, autor de carteles, autor de comparsas, jurado de concurso y director de escenificación de elección de damas y choqueras infinidad de veces. En el ha recaído este año el honor de ser Insignia de Oro del Carnaval Colombino, galardón anunciado por Francisco Rodríguez Bogado, presidente de la FOPAC.





Como colofón, el anuncio de las choqueras mayor e infantil del Carnaval Colombino 2012. En un ambiente de emoción, Pepe Santana y Kiko Salas anunciaban los nombres de las ganadoras: Nayma Hernández, como choquera infantil y Marta López, como choquera mayor. El acto culminó con la coronación de ambas por parte del alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, que puso colofón a una noche mágica, con una perfecta organización y un gran espectáculo. No se pueden hacer mejor las cosas con tan pocos recursos.




H24 por José Juaquin Pérez JOTA

Un pregón para enmarcar



La cuenta atrás comenzó este sábado cuando las puertas del Gran Teatro se abrieron para dar cita a los más de 600 asistentes que disfrutaron de los actos de Coronación y Pregón del vigésimo noveno concurso de agrupaciones del Carnaval Colombino. El escenario del Gran Teatro de Huelva se convirtió en un circo, donde payasos y malabaristas hicieron pasar un buen rato a los asistentes, trabajo que Manuel Fernández realizó con los mínimos recursos.






En este acto se eligieron a las dos choqueras que reinarán en la próxima fiesta de la alegría, Naymar Hernández Sánchez, como Choquera infantil y Marta López Morano, como Choquera Mayor. El plato fuerte de la noche llegó con el magistral pregón que nos ofreció el autor y director de la chirigota de Ventaneros, Jesús Manuel Perojil Villar. Jesuli Perojil hizo una admirable demostración del buen sentido del humor, combinado con momentos dramáticos sufridos en su vida. Su pregón comenzó en una estación de tren imaginaria, que nos trasladó al pasado, recordando la historia vivida de este creador de coplas.




Jesuli logró captar la atención del público desde el primer instante que salió a escena, en esta ocasión sin el respaldo de su grupo, como habitualmente lo vemos. Su capacidad oratoria nos envolvió en un ir y venir de emociones constantes, creando momentos muy sensibles, donde los asistentes no lograron contener las lágrimas, y transmitiendo sus propias vivencias. Todo un espectáculo, donde no faltó detalle. Un ejemplo más del bagaje que tiene este enorme carnavalero que, más allá del disfraz, siente esta fiesta como su propia casa. El pregonero de este vigésimo noveno concurso de agrupaciones vuelve a sorprender a los carnavaleros, mostrando otras facetas diferentes a las que nos tiene acostumbrados, dando a conocer, no sólo sus buenas cualidades, sino su propia personalidad. Durante los actos celebrados el pasado sábado, también se entregó la insignia de oro, que en esta edición recayó en el autor de letras, Manuel Fernández, un reconocimiento bien merecido. El carnaval ya está en proceso y sólo nos queda la ansiada espera del comienzo de las preliminares del concurso de agrupaciones, prevista para el próximo viernes, día 27 de Enero.


VH

Perojil: "Uno es carnavalero de por vida, no se puede cambiar, es como un tatuaje"




El pregonero transformó su disertación en un entretenido viaje en el tren de los recuerdos.








Jesuli Perojil invitó a todos los pasajeros del Gran Teatro a subir a su tren de los recuerdos, una serpiente multicolor con la que fue realizando el emotivo viaje en el tiempo en que convirtió el pregón del Carnaval Colombino 2012.




Su primera parada fue para reivindicar la fiesta, que "un día entro en mi vida, espero que para no salir nunca". Porque según Perojil, "uno es carnavalero de por vida, en activo o en la distancia, pero lo es para siempre. Eso ya no se puede cambiar, es como un tatuaje". Tanto es así, observó, que "el Carnaval es un estilo de vida, una manera de ver las cosas desde otro punto de vista, me atrevería a decir que somos hasta mas felices que el resto de los mortales". Además, apuntó a ese extraño calendario de los carnavaleros que no se rige por años, sino por agrupaciones: "Puedo decir tranquilamente que conocí a mi mujer el año de Piropo, que me casé el año de Los Borjamari, que mi padre se me fue el año de Los Vázquez o que mi hijo nació el año de Las sobrinas".




Defendió la personalidad que le imprimió al pregón, su sello, y criticó que "aquí nos gusta criticar y emitir juicios de valor sobre personas que ni siquiera conocemos, porque esta fiesta no deja de ser el mas puro reflejo de la vida misma; en este bendito tren... hay demasiados revisores y muy pocos pasajeros".




Asimismo, dejó claro a los que "me atribuyen una obsesión enfermiza por acumular premios, que seguramente son los que vienen sólo a participar", que sus agrupaciones y él mismo suben "a estas tablas con intención de ganar, porque además considero que es la mejor manera de no faltarle al respeto al que ha pagado una entrada.




El que quiera participar, que se monte un carrusel y así de camino nos ahorramos las veces que hemos sentido vergüenza ajena", sentenció. Jesuli reivindicó a las personas por encima de los premios y los reconocimientos, y tuvo un gesto con su mujer, que le soporta su dedicación a las carnestolendas: "La de noches que se acuesta sola porque yo estoy con la otra, con la que tiene cuerpo de madera y que pasa mas tiempo pegada a mí que ella misma". Perojil indicó que "dicen que los artistas, antes de cualquier acto, se encomiendan a sus santos personales... yo también, pero mi santoral se compone de personas de carne y hueso", aquellos que han dejado una "huella imborrable" en su trayectoria carnavalera y que anoche subieron, de alguna forma, con él al escenario de la bombonera onubense.





Se señaló en este punto al bombín que llevaba puesto para decir que pertenece a Roque Rodríguez y el pantalón, a Manuel Fernández, "para que su categoría como poetas, y su reconocida y demostrada valía como insignes pregoneros que ya han sido me acompañen en todo momento". Apuntó entonces a su guitarra, "la última que tocó sobre este escenario mi admirado David El loco, para que sus mágicos acordes llenen de música este trayecto y acompañen mis palabras". Continuó por su abrigo, prestado por "Paco El bombo, para que su eterno compás marque la cadencia de este pregón". Luego llegó al chaleco, que "es de Amparo Correa, para que esa estrella que en el cielo lleva su nombre, cual estrella de Oriente ilumine todo mi camino". Finalmente, habló de sus tres maestros: "Diego Vega, Cristóbal Giraldo y Antonio Cabezas, para que su reconocido talento y saber hacer me sirvan de musa, de fuente de inspiración; llevo 20 años aprendiendo de los tres y no me canso".





La declamación de Perojil, aderezada con música y buen humor, acabó por llamar a los pasajeros al tren, realizando una parada en el pasado verano, cuando el presidente de la Fopac, Kiko Bogado, le anunciaba que sería el pregonero. En este punto, aseguró que "los pregoneros carnavaleros de aquí, los que presumimos de lo que somos, pregonamos por unos bocatas y una cocacola". Hablando de dinero, indicó que "como no sabemos cuándo volverá a pagarnos el Ayuntamiento... antes de cobrar yo prefiero que cobren las agrupaciones de Córdoba y Valverde, porque eso sí que daña la imagen de mi concurso y de mi ciudad".






Y regresó a 1986, cuando tenía 12 años y era un niño que descubría el Carnaval en la Peña La Colombina para luego detenerse en un hiriente pasodoble que le dedicó un grupo de Carmona y criticar a su público por aplaudir aquellos "insultos y mentiras".


Estaciones tan emotivas como la de la pérdida de su padre en 2002 o el enamoramiento de su mujer en 1995 le llevaron al colofón final: "Dicen que todos los caminos conducen a Roma; en mi caso, todos los raíles conducen a Huelva, mi fin de trayecto, la estación de mis amores, porque forma parte de mí, es mi eterna compañera de viaje".



H.I.